miércoles, abril 25, 2012

d, de decisión. d de sedición

Se acaba el mes de cada cual de las letras, quizás comience el mes de todas ellas.
Se daba cuenta, el buen Martín, de la expresión desagradable de su boca -le gustaba-, se daba cuenta del verde oscuro de sus ojos que parecían perdidos, pero pensando -pero le gustaba- Esperó y ese fue el problema. Esperó buscando, debió esperar esperando.

El jardín pretendía ser una oficina con café e idiotez dentro, pero lo supieron. La esencia cifraba de dios -con d minúscula- para cuando las llaves siendo otra cosa fueron más concretas que siendo llaves. Abriero la magnitud de un portal.~



La diferencia entre el cobarde y el valiente es la dirección hacia la que corren



Adán y las estrellas lo supieron
en el Jardín. La herrumbre del pecado
(dicen los cabalistas) lo ha borrado
y las generaciones lo perdieron.

Los artificios y el candor del hombre
no tienen fin. Sabemos que hubo un día
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
en las vigilias de la judería.





Dar la razón a quién nunca quise darle la razón

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