miércoles, octubre 31, 2012

Mujeres

Mujeres de fuego, de oro y de tierra.
Mujeres que encantan, desarman y matan. Son de esas que regalan suspiros para hacernos sentir vivos mientras se quedan con nuestra alma.
¿Son Eva o Pandora? Dos versiones. Cada una sorprende como solo ellas saben hacerlos.
Amapolas que parecen frágiles pero embriagan hasta hacer perder la lucidez.

lunes, octubre 29, 2012

Sueño.

Hipnos triunfó. Rara vez pensamos que un digno oponente, y que por más que juremos vencerlo y que, durante alguna horas lo logremos, siempre, de algún modo u otro, lo logra.
Nos pone cerca tan cerca de su hermano, que a veces nos da miedo dejar irnos con él. Que sus tres queridos hijos se acercaran a nosotros dependería, según los deseos, de cuan necesario sea escapar del Olimpo. Oh, Morfeo, si dejarme ir con tu padre significara llegar siempre a ti y no tomarme con Iquelo. O bien, quizás no soy un rey, ni un héroe, de ser así, solo pide que el resto de los Oniros no sean crueles.

sábado, octubre 27, 2012

Sí, juro.

Entonces no nos arrepentimos, pero sí juramos no volver a hacer lo mismo.
Entonces no me arrepiento, pero juro, sin preguntar, que no volverá a ocurrir.-

martes, octubre 16, 2012

la filosofía y un santo.

¡Oh, Hipatía! Cuando la que llamaban la fe verdadera azotó sin piedad y arrancó toda la fe de los tuyos, fuerte te mantuviste.
Dedicaste tu vida no a la fe, sino a la buena duda, pero sin jamás distanciarlas. ¿Sabrás acaso que quién puso la sentencia sobre tu obra hoy es un Santo? Si lo supieras, de seguro, serías más santa que él y más cristianos serían tus motivos para hacer caso omiso, no a la blasfema, sino que a la necedad.
¡Viste caer ante tus ojos todo lo amabas y a lo que dedicabas tu vida! el esfuerzo de tantos hombres aplastado bajo el insulto divino, tomado el santuario del hombre para convertirlo en el santuario no de Él, sino de ellos. Aún así, oh Hipatía, no dudaste en defender lo más sagrado y cierto que aún tenemos: la duda.
Si fuese cristiano, judío o pagano no importaba ¿Acaso no enseñabas que si dos objetos son iguales entre sí, y uno de ellos a un tercero, entonces los tres son iguales? ¿Acaso algunos eran menos hombres que otros, luego acaso no eran iguales? Pensaste mucho para tu época, oh Hipatía, pensaste como las mujeres tardaron siglos más en atreverse a pensar. Cuantos hombres como tú nos hacen falta en nuestros días.
De tu legado, más sabio y prometedor poco se sabe, de tu verdugo, el Santo, puedes estar tranquila, pues le han olvidado y recordado es solo por atrocidades.

miércoles, octubre 03, 2012

Enojo

-¿Cómo lo hace para nunca estar enojado? -pregunté con ingenuidad-
-Nunca discuto con nadie -respondió con calma-
-Eso es imposible -contesté algo enojado-
-Entonces no... -dijo desinteresado-

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