A esta altura es casi como lo contaba el griego en Cratilo.
En su nombre está el arquetipo de la cosa, es que parece que el desagradable Borges me hace sentido ahora.
En cada letra de su nombre está ella, en cada letra que escribe está todo.
Cuando el caos -como en su etimología- hace la apología de todo lo nuestro no bastará mandar la honestidad con el confiable Caronte, ni mucho menos darle de paga la resignación en lugar de monedas.
Sin embargo podemos ir al Tártaro, pues ya sabemos que algunos lo han logrado y han vuelto, ambos que son capaces de hacer la sátira de toda la esenciadelacosa, bien Teseo y Hércules lo habrán sabido hacer.
Una vez que estemos en el Hades, te invito a cruzar uno de sus ríos, ese que es más peligroso que el Ebro, pero que nos hará mejor, el Flegetonte nos llama, si lo logramos pasar, sabremos que esto no se irá en los caudales del Cocito, Estigia o Lete.
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