Como si no nos respetaras, o más bien no te respetaras.
Como si inerte fueras caminando o conversando, la inanición mató lo que estaba en movimiento.
La más dura de las respuesta fue la indiferencia, y luego la inexistente insistencia, de ahí en más se nota que de nada hay más real que lo que se detiene muere.
Si no bastara con hacer presente lo que somos, bastaría con hacer presente lo que no somos que es lo más me has dejado claro entre golpes de mano y desilusiones, lo que no somos siempre fue más real y lo que somos fue un aborto.
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