Hermosa es la sensación de juntarse a idear -con un café de por medio- como cambiar el mundo desde la esencia que está podrida y que pocas esperanzas de sanarla quedan, aún así seguimos de pie entre tanto monicaco que se dedica a hablar del amor y de la justicia de forma tan vacía como el amor de Dios.
¡Sí! damas y caballeros, tengan en cuenta que el ingenio y sagacidad del poderoso reposa sobre la ingenuidad del pueblo. Dediquémonos a romper la ingenuidad a ver si se nos va quitando la mala costumbre de afirmar con la cabeza mientras negamos con el corazón y la mente todas las tenaces decisiones del encantador y carismático burgués. Dediquémonos un poco más a reflexionar a ver si nos damos cuenta que lo que los poetas llaman amor no es más posesión, por ello mismo maldigo cada horrible letra que sale de mi puño y cada horripilante palabra que sale de mi boca, pues por muy hermosa que sea la palabra no mucho peso tiene para quién asentirá con la cabeza y negará con su corazón.
De posesión se trata ¿De posesión se trata?
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